11 Jul
11Jul

Es ese cuerpo que llega después del nacimiento del bebé. Es un cuerpo desconocido, que aparece de un momento a otro, con huellas nuevas dejadas por la gestación y el parto.

Un cuerpo que acaba de dejar de ser habitado por el bebé en el útero y que continúa siendo habitado por el bebé por fuera de él.

En general los embarazos son de 9 meses. 9 meses le lleva a este cuerpo transformarse como lo hace, en lo evidente e internamente; y suele suceder que esperamos días después de nacer el bebé, que ese cuerpo vuelva a parecerse a aquel antes de la gestación.

Cuánta Exigencia, no?

Estamos atravesadxs por una imagen del cuerpo femenino que bastante se aleja de la realidad, y más aún después de parir.

Este es un tema que aqueja mucho a las mujeres. “No me puedo ver en el espejo”, “Nada me entra”, “Me cansé de ponerme ropa que no es la que suelo usar”, “No quiero seguir usando la ropa de embarazada”.

Esperamos después de parir volver a aquella ropa antes de la gestación, sin tener en cuenta el proceso que necesita nuestro cuerpo, que nunca volverá a ser el de antes de gestar, simplemente al considerar que el útero ya estuvo habitado y ese será un cambio para siempre en nuestro cuerpo.

Al mismo tiempo, nuestro cuerpo está atravesando el inicio de la exterogestación de este bebé. Algunxs proponen llamarlo cuarto trimestre, para dimensionar las implicancias de esta etapa y sostener el concepto de continuidad.

Creo que es un proceso maravilloso para la mujer poder reconocer el poder de su cuerpo, su plasticidad, admirando su fisiología.
Integrar esta nueva imagen, entenderla como una nueva transformación.

Respetando los tiempos de este nuevo cuerpo, respetando nuestros tiempos para reconocerlo, aceptarlo y apropiarnos del él, sin vergüenza e incomodidad y con la posibilidad de admirar las huellas de la gestación, del parto.

Es tarea de todxs quitar estas presiones de la mujer como sociedad. Que gran aprendizaje nos queda por delante…admirar lo bello de un vientre y un cuerpo que acaba de hacer posible la vida de un hijx.

Agostina Caruso
Doctora en Psicología
Coordinadora del Equipo PSI

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