04 Mar
04Mar

Hace más de 12 años que todas las semanas comparto las vivencias con las familias. En la habitación, el pasillo de la neo, en el lactario, en el consultorio, o compartiendo junto a su bebé.

Hoy quiero hablar de ellas. De las mujeres/madres, que comienzan a transitar un camino difícil…buscando entender, aceptar, re significar una historia que cambia abruptamente, darle sentido a algo que carece absolutamente de sentido para ellas.

Sus bebés ya no están en su útero, y tampoco están en sus brazos. El anidamiento psicológico se interrupte repentinamente, y la escena fantaseada se cae a pedazos. Pero ellas no pueden caerse ¿No pueden? Se levantan atravesadas por el dolor, el anímico y el del cuerpo, que probablemente transitó una cesárea. Necesitan ver a su cría ¿Dónde está?

Esos primeros encuentros son tan difíciles. Tubos, vías, sondas…una imagen totalmente alejada a la deseada y a la que esa díada necesita. Es todo un trabajo atravesarla para poder ENCONTRARSE con SU bebé.

Separarse al nacer es algo muy difícil de sostener para ambxs, ya que es opuesto a lo que necesitan. Duelar, aceptar, desarmarse para volver a construirse en un lugar diferente a lo conocido en el ser madre y en lo vincular con el bebé.

Quise darle la voz hoy a ellas y pregunté a un grupo grande de madres que fui acompañando que fue aquello que NO hubiesen querido escuchar:

Estate tranquila, Ya va a pasar
No llores porque se lo trasmitís al bebe
Es un tiempo, todo va a estar bien
Tenés que estar bien por el bebé, No es nada, Pasa rápido
Estás haciendo lo que tenés que hacer
Se fuerte porque el bebé es fuerte

Que fue aquello que SI les sirvió que les digan:

Yo te comprendo
Yo te acompaño
Está bien lo que sentís
Lo estás haciendo bien
Estoy para lo que necesitas
Oramos por vos y el bebé
Llora todo lo que tengas ganas
Te vas antes que tu bebé, no sin él

Las presiones y las exigencias recaen también sobre ellas, la culpa las inunda.
Seamos sostén emocional, escuchando, abrazando, empatizando, e instrumental, cuidando a los otrxs hijxs, cocinado para ellos, limpiando su hogar.

Agostina Caruso
Doctora en Psicología

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